Los Meteoritos del Río de La Plata

El Meteorito de La Plata

El lunes 20 de noviembre del año 2000 encontraba una ciudad calma luego de los festejos por el 118° Aniversario de la Fundación. De repente cerca de las 21 horas una fracción del cielo se iluminó en dirección sudeste. En pocos minutos decenas de llamadas invadieron las líneas telefónicas de los diarios y el observatorio. Algo extraordinario había ocurrido. En tan solo 15 segundos algo habría caído desde cielo hasta perderse en el horizonte.
Entre los incontables testigos de aquella noche estuvo Luis Martorelli, por entonces jefe del Observatorio Astronómico de La Plata, quien en diálogo con el diario La Nación explicó: “las partículas luminosas que se vieron ayer por la noche cruzaron la constelación de Orión hacia el sudeste por Tauro, pasando cerca de la posición del planeta Júpiter” con un ángulo de ingreso muy cerrado.

Los llamados recibidos en el Diario El Día  hablaron de “destellos, masas incandescentes, objetos extraños, fuerte luminosidad, restos de aviones, ovnis, nubes, y de un maravilloso y deslumbrante espectáculo". Aun así jamás se pudo saber a ciencia exacta qué ocurrió. Luis Martorelli estimó que el objeto sin identificar podría haber tenido el tamaño de un escritorio y alcanzado una temperatura de 4000°C. 
El objeto jamás pudo se hallado, pues de haber llegado a coalicionar lo habría hecho en el Río de La Plata. Aun así el evento dejó decenas o cientos de testigos en ambos lados de la costa. 

Un Meteorito Verde

Años más tarde, nuevamente de forma inesperada un destello rompió con la calma. Fue el jueves 30 de julio de 2015. Apenas pasadas las 21 horas cuándo el cielo nublado encontró el paso de una fuerte luz verde. El espectáculo que pudo ser registrado en video se observó desde el Gran Buenos Aires, sur del litoral y la costa uruguaya.
Mariano Ribas, coordinador del área de divulgación científica del planetario de Buenos Aires, señaló a Télam que aquella luz correspondía a un bólido, “denominación que se aplica a meteoros especialmente grandes y brillantes”. Uno de los aspectos determinantes fue su inusual luminosidad en un cielo nublado, incluso lluvioso en algunas zonas.
El suceso ampliamente registrado y difundido por las redes sociales acaparó la atención internacional. En diálogo con la BBC Mundo, Emmet Fletcher (Agencia Espacial Europea – ESA) explicó que los colores se deben a fricción y a la composición del objeto. En este sentido estimo que el tono podría haberse debido a la presencia de Magnesio.

El auge de la tecnología y la expansión de la ciencia han permitido una mejor vigilancia del cielo, por lo cuál es un error pensar que la falta de registros sean sinónimos de ausencias de fenómenos. En la red se pueden encontrar numerosas historias inconclusas, hipótesis y proyectos de investigación.
Según un informe publicado por Edgardo Ronald Minniti Morgan, corría el 24 de enero de 1886 cuándo cerca de las 21 horas se habría observado la caída de un objeto y un posterior temblor en toda la región del Río de La Plata. El investigador del portal “Historia de la Astronomía Argentina y Latinoamericana” intentó recopilar parte de los relatos entre los que se destaca el testimonio del Dr. C. Berk (Santa Rosa, Uruguay):
“Nosotros lo sentimos aquí a las nueve horas 3 minutos PM y su duración fue como de 2 segundos. En vista de la detonación bastante fuerte que precedió al temblor de tierra, no dudé un instante que el fenómeno fue producido por un meteoro caído por acá cerca. Por averiguaciones hechas al día siguiente en busca del aerolito, por el encargado de esa estancia, señor Siebelt y otros, se llegó a saber que un soldado cerca de la costa del Río de la Plata había visto a la hora indicada un cuerpo inflamado en la atmósfera que produciendo una detonación se lanzó al río.”