El Histórico Lago del Bosque
Entre las copas de los árboles de El Bosque hay un gran espejo de agua que brilla y refleja el cielo. Un punto de encuentro, un rincón para disfrutar la tarde y un circuito para ejercitarse. Todos los platenses lo conocen, por no decir que todos guardamos alguna fotografía y anécdota de este emblemático lugar.
El Lago de El Bosque se encuentra tan arraigado en la historia y la cultura platense, que muchas veces se cree que siempre estuvo ahí como si fuera una especie de oasis. Pero si bien los eucaliptos si existían desde antes de la fundación de la ciudad, el gran manantial no figuraba en los registros ni planos. En 1881 el predio solo era un irregular bosque de eucaliptos adquirido como estancia por terrateniente Martín Iraola. Pero con motivos de la fundación de la ciudad, este fue expropiado en 1882. Particularmente este sector sería destinado a un gran parque cívico similar a los Bosques de Palermo.
El Lago de los Locos - La Plata - El Bosque |
La idea de un lago recién comenzó a tomar forma a principios del siglo XX, siendo inaugurado el 11 de diciembre de 1904. El proyecto fue impulsado por el ingeniero Nazario Robert, quien oficiaba cómo director de Paseos y Jardines de la ciudad.
El gran espejo de agua fue construido puramente a pico y pala por los internos del penal psiquiátrico con funcionaba en el actual Colegio Industrial (EET N°6 Albert Thomas). Por este motivo recibió el nombre de "El Lago de los Locos".
En total posee un perímetro de unos 700 metros y una superficie irregular de casi 22.800 metros cuadros. En su interior se dejó una enorme isla de 8 mil metros cuadros dónde comenzó a realizarse espectáculos artísticos. Finalmente, en 1911 se aprobó la construcción del Teatro El Lago, terminado en 1914. En la década del ’40 fue demolido para erigir el actual Anfiteatro Martín Fierro.
El éxito del Lago fue rotundo e inmediato entre los primeros habitantes de la ciudad. Se construyó un minipuerto para botes, góndolas y hasta navegó un catamarán. Los platenses se acercaban a escuchar conciertos y a recorrer las improvisadas ferias. Incluso a principios del siglo XX fue uno de los puntos de reunión para celebrar la llegada del Año Nuevo.
La Gruta del Bosque
Sin dudas "La Gruta" es la prueba de que con muy poco se puede hacer mucho para transformar un espacio. Técnicamente solo es una mole de tierra y cemento, pero que en su aplicación transformó el paisaje para siempre. Desde su construcción, todas las generaciones de los niños/niñas han jugado a esconderse, trepar y gritar con el eco de los pasillos. Además ya son incontables las fotos de parejas recién casadas, quinceañeras, grupos de amigos, turistas y realizaciones artísticas.
Este laberinto artificial posee tres marcados niveles para la cascada y los miradores. La más alta, a la intemperie, también funciona como una enorme cumbre que unifica los empinados senderos en una mini-plazoleta. Desde aquí puede verse por completo el Lago, los árboles del Bosque y varios edificios de la ciudad. Con un poco de paciencia y silencio, es un excelente lugar para observar algunas de las 83 especies de aves silvestres que viven en el Paseo; entre ellas: estorninos, horneros, palomas, calandrias, cotorras y cardenales. También desde estas alturas se puede apreciar la inmensa riqueza forestar del El Bosque, la cual se llena de colores durante el otoño y en la primavera.
El nivel intermedio ofrece una ventana horizontal para apreciar el lago desde las alturas mientras brota el agua desde lo alto. Y finalmente en la base, a nivel del agua, se encuentra el sector más popular y de fácil acceso, el cual resalta por su gran ventanal rectangular. Por su luz y facilidad para la vista panorámica, este es sector es el preferido para fotografiarse con el Lago y el agua de la cascada.
Un Paseo Escultural
Considerado el corazón del Paseo El Bosque, el Lago es mucho más que un espejo de agua, un muelle y una gruta. En su conjunto es un diseño muy equilibrado con su entorno. Al camina por el perímetro, las personas se sumergen también un paisajes lleno de árboles, aves, esculturas y actividades.
Sobre el lateral ubicado en la avenida Iraola y la Gruta se encuentra la colección escultórica. Aquí resaltan las obras "El Náufrago" de Emilio Andina y el Paseo de los Poetas. Este último posee los bustos de Roberto Speroni y José Castelli. Hasta hace unos años también estaba la figura de Francisco López Merino. Continuando el recorrido en dirección al Anfiteatro, aparece una estatua de bronce del cantautor Carlos Gardel. También existió una imagen de la folklorista Mercedes Sosa realizada por Carlos Benavidez, uno de los artista argentino más importantes del siglo XXI. Y si se mira con atención, a lo largo de todo el perímetro se encuentran los primeros murales tallos en la ciudad de La Plata. Estos son un conjunto de grabados que hacen referencias a la fauna y la flora que había en el Bioparque de La Plata en los años de su fundación.
Con más de 100 años, “El Lago” es uno de los lugares más tradicionales de la ciudad de La Plata. Todos los días hay cientos de personas se sienten solo para contemplarlo; sean estudiantes, amigos, turistas o simples rutinarios transeúntes. Tiene un atractivo, una paz y una mística difícil de explicar. Por la mañana puede verse personas haciendo ejercicio o yoga. Por la tarde, bajo la sombra, es la compañía del almuerzo o para la lectura durante la siesta. Y cada fin de semana es una excelente excusa para compartir un tiempo con los seres queridos.
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