Pancho Varallo, el Lobo de los Hornos
Corrían los primeros años del siglo XX cuándo en la alejada periferia de la ciudad, en los potreros, surgió uno de los primeros gigantes del fútbol nacional.
Francisco “Pancho” Varallo nació el 5 de febrero de 1910 en la localidad de Los Hornos. Por entonces el Partido de La Plata aun no superaba los 100 mil habitantes, pero la actividad de la construcción era intensa. Es decir que nació en un barrio obrero, humilde, dónde se radicaban la mayoría de los hornos de ladrillo y aun no llegaba el esplendor que se respiraba en las zonas más céntricas.
Desde temprana edad comenzó a jugar como defensor en el club Ferrocarril Sud de La Plata (64 y 27). Luego probó suerte en el Club Estudiantes, el pase no se pudo completar por falta de acuerdo entre los clubes. Pero esto no lo frenó, el fútbol era su pasión, su vida. En 1928 finalmente ingresó a la tercera división de Gimnasia y Esgrima de La Plata, el primer club que lo marcaría de por vida. En su debut el equipo venció 8 a 1, y a la semana siguiente fue ascendido a la Primera División.
El año 1929 se vistió de gloria y laureles con el equipo amateur de El Lobo. Delgado, atlético y de metro setenta, Varallo sobresalía en el campo con un juego ágil. Deslumbraba a cada paso, penetraba las defensas y finalmente remataba con fuertes disparos al arco. Pronto se ganó el apodo de “Cañoncito”. La final del torneo fue frente a Boca Juniors, quien cayó 2-1 frente a las imparables jugadas combinadas con Miguel Currell, Jesús Díaz, Ismael Morgada y Martín Malean.
Dos años más tarde el Pequeño Lobo inició su gran gira e ingresó a las principales hojas del fútbol internacional visitando Portugal, Italia, Austria y Chescolovaquia.
El 15 de julio de 1930 comenzó el Primer Mundial de Fútbol (FIFA). Con solo 20 años, Pancho Varallo no solo era un indiscutible titular, también era el jugador más joven de todo el campeonato. Aunque su debut oficial con la casaca argentina fue unos meses antes en la Copa Newton 1930 frente a Uruguay, con un gol a los 11 minutos del primer tiempo. Durante el Mundial, Varallo participó en 4 de los 5 encuentros. El segundo enfrentamiento fue contra la Selección de México, la cual cayó (6:3) con un gol de Varallo. Luego de recuperarse de una leve lesión, también jugó en la histórica final contra Uruguay, dónde la albiceleste fue derrotada (4:2).
Finalizado el Mundial se sumó bajo “préstamo” a la gira panamericana del Club Atlético Velez Sarfield, dónde convirtió 14 de los 84 goles. De este modo su apellido ya comenzaba a ser una leyenda viviente.
El Mundial Italia 1934 fue escueto y seco para la Argentina, pues la AFA decidió resguardar los mejores jugadores para los torneos locales; por aquel entonces Varallo brillaba en el Club Boca Junios. Aun así pudo participar y consagrarse campeón en la Copa Juan Mignaburu (1934) y en Copa Sudamericana de 1937, predecesora de la actual Copa América. Con 27 años y el aporte de 3 goles, esta fue la última competición internacional en su carrera.
PH: G.E.L.P. Año 1929 |
A lo largo de su vida se consagró en un torneo internacional y en 4 nacionales. Además durante décadas fue el máximo goleador de Boca Juniors con 181 anotaciones, hasta que en 2008 lo superó Martín Palermo (también de La Plata). A lo largo de toda su carrera alcanzó el marcador de 236 tantos.
Su vida como jugador profesional terminó en 1940. Para ese entonces se había consagrado cuatro veces campeón de primera división (1929, 1931, 1934 y 1935). Posteriormente fue nombrado entrenador de Boca y luego en Gimnasia (1957-1959).Tras su salida del fútbol retomó una vida cotidiana y sencilla en La Plata, aunque jamás sería olvidado por sus grandes logros.
En 1994 la FIFA lo reconoció con la “Orden del Mérito”, la distinción más importante de la Federación Internacional de Fútbol. Fue el segundo en recibir tal honor, luego del soviético Lev Yashin. Es el único argentino en la lista de 20 galardonados. En el año 2006 la CONMEBOL también lo homenajeó con una "Orden de Mérito". Dos años más tarde, el Honorable Consejo Deliberante de La Plata lo nombró “Ciudadano Ilustre”. Además el tramo de la avenida 25 entre 32 y 526, el cual bordea el Estadio Único Ciudad de La Plata, también fue bautizado en con su nombre. También recibió el premio “Jorge Newbery” de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (2006)
Falleció en la madrugada del 30 de agosto de 2010, a los 100 años, por una complicación respiratoria. Era el último sobreviviente del histórico Mundial de 1930.
Sus restos descansan en la bóveda familiar del Cementerio Municipal de La Plata.
PH de Portada: AFA - Mundial de 1930. PH Revistas El Gráfico 1933, 1930 y 1930.
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