UNLP Pionera en Ingeniería Aeroespacial
A partir del año 2020 la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de La Plata inaugurará la primera carrera “Ingeniería Aeroespacial” del país. Un hito que renueva el histórico compromiso de la UNLP con la investigación y exploración espacial.
La actual carrera de Ingeniería Aeronáutica abrió sus puertas en 1943, y desde entonces formó a más de mil Ingenieros Aeronáuticos; algunos se desempeñaron en el país y otros en el exterior. A diferencia de su par de Córdoba (UNC), históricamente no se ha ligado con la Fuerza Aérea Argentina, lo cuál gradualmente facilitó que se concentre más en los desarrollos tecnológicos espaciales de uso civil.
Durante años los contenidos vinculados a la exploración extraplanetaría se vinculó a las cátedras introductorias de grado, cursos, seminarios, formación de posgrado y becas en el exterior; pero a partir del año que viene la realidad será otra. Los próximo egresados estarán particularmente capacitados en el diseño y proyección de aeronaves, vehículos espaciales, maquinaria de vuelo, plantas propulsoras y equipos auxiliares aeronáuticos/espaciales.
La actividad espacial con fines pacíficos y de investigación comenzó en forma sostenida con el Ingeniero Teófilo Tabanera (Mendoza-1909), quien a los 14 años escribía artículos relacionados desde su provincia natal. Este temprano interés lo trajo a La Plata, dónde se graduó de “Ingeniero Electromecánico” (1936). Aprovechando sus viajes laborales dentro de la empresa YPF recorrió el mundo vinculándose con la vanguardia: la “Sociedad Británica Interplanetaria” y la “Sociedad Americana de Cohetes”. De regreso al país fundó la “Asociación Argentina Interplanetaria” (1948).
En 1960 el Presidente Arturo Frondizi crea la “Comisión Nacional de Investigaciones Espaciales” (CNIE), bajo la dirección de T. Tabanera, y convocó a las universidades del país, incluyendo al reciente Departamento de Aeronáutica (UNLP). Entre los principales aportes se encontró el desarrollo de los motores de cohetes. Posteriormente también recibió el encargo de la Armada Argentina y la Fuerza Aérea para el desarrollo de nuevos cohetes con propulsante líquido de 1000kg de empuje; siendo la única Universidad Nacional con el conocimiento y capacidad de desarrollarlos.
Al igual que Teofilo Tabanera, la proyección hacía la atmósfera y el espacio siempre estuvo más vinculada a los proyectos civiles, educativos y experimentales. En mayor o menor medida la UNLP fue una de los protagonistas en la carrera espacial de lo 60-70 participando en los programas: Gamma Centauro. Rigel, Castor, Orión y Proyecto Bio, etc. Parte de esta historia se narra en el proyecto audiovisual fulldome “Belisario, el pequeño gran héroe del cosmos” que se emite en el Planetario de la Universidad Nacional de La Plata.
Los egresados de la UNLP han participado de numerosos proyectos espaciales nacionales e internacionales. Leonardo D’Atorre fue parte del memorable programa Apolo de la NASA. El Ing. José Luis Leofanti intervino en el lanzador Ariane Space. Además el Ingeniero Luis Genovese es el Gerente de Proyecto de los Satélites Arsat 1 y 2 en la empresa INVAP.
Los 90, la etapa satelital.
La actividad Aeroespacial no son solo “propulsores” o “cohetes”, por eso con el paso de los años los investigadores y desarrolladores de La Plata se especializaron en el control, guiado, navegación satelital y manejo de estructuras.
En 1990 un grupo de aficionados argentinos construyó el primer satélite nacional, el LuSat-I. Entre muchas personas e instituciones del país se sumaron: la Facultad de Ingeniería de La Plata, el Instituto Argentino de Radioastronomía de la UNLP y el Centro de Investigaciones Ópticas (Conicet La Plata). Poco tiempo después se firmó el primer convenio con la Comisión de Actividades Espaciales (CONAE) para realizar investigaciones científicas y tecnológicas sobre satélites argentinos. Desde entonces el vínculo entre la Universidad y la carrera Aeroespacial se aceleró.
Los ingenieros, matemáticos y físicos platenses han trabajado o colaborado con grandes proyectos nacionales. El Grupo de Ensayos Mecánicos Aplicados (GEMA) participó en los programas de los satélites argentinos SAC-A, SAC-B, SAC-D/Aquarius. Desde otras áreas también se colaboró en la construcción instrumentos, software y estructuras para los ARSAT I y II y SAOCOM 1A y 1B.
En paralelo a todas las colaboraciones anteriormente mencionadas, la Universidad Nacional de La Plata también se encamina en la construcción integral del Segundo Satélite Universitario de la Argentina bajo el nombre "CubeSat 1"
Proyecto Tronador.
Una de las principales e históricas aspiraciones del país es poseer un lanzador espacial propio, por ello CONAE encabeza la construcción de un Inyector Satelital para Carga Útiles Livianas (ISCUL – Tronador). La meta es poder colocar cargas de 250kg y 1000kg en una órbita a 600km de altura (Tronador II y Tronador III respectivamente).
En este sentido el GEMA-UNLP intervino en el desarrollo de los vehículos lanzadores experimentales (VEX) 1A, 1B, 5A y 5B, antecesores del vehículo lanzador Tronador II. Se participó en el desarrollo de estructura, mecánica, sistemas auxiliares y GSE mecánico, componentes de Tierra (plataforma, torre y transporte) y procedimientos de integración
Al proyecto del vehículo espacial se incorporaron el "Laboratorio de Capa Límite y Fluidodinámica" (LACLyFA) y el "Grupo de Fluidodinámica Computacional" (GFC). Estos tres grupos integran el Centro Tecnológico Aeroespacial (CTA) con la participación de más de 100 personas entre ingenieros, técnicos y alumnos. Su principal actividad es el desarrollo tecnológico espacial, la producción industrial y formación de recursos humanos. Y es en este sentido la nueva evolución académica-vanguardista de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de La Plata.
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