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La Llama no se va a Apagar, pero…

Visita La Plata | 7:19 |

Nota de Opinión.

Al igual que en Diciembres anteriores, este año hay menos Muñecos esperando recibir el año. Para empeorar las cosas, entre los ausentes se encuentran algunos de los grupos muñequeros más importantes y tradicionales. Pero esto no tiene que significar un “final” porque mientras existan y se transmitan los ideales, la Llama jamás se apagará.

Durante 70 años la Quema de Muñecos se transformó en una identidad, un tema de conversación, una actividad patrimonial y principalmente en una excusa para juntarse con los seres queridos. Sacando la "Quema de Fallas" en Valencia y de "Momos" en Quito, no hay muchos otros lugares dónde se viva un evento tan masivo, popular y espontáneo. Masivo porque convoca a decenas de miles de personas en todo el Partido, hasta se organizan combis para hacer turismo durante esa noche. Popular porque nace exclusivamente desde la gente de cada barrio, club o círculo social. Y espontáneo porque surge desde los deseos individuales, no por un mandato institucional.

¿Para qué se construye un muñeco? 

La frase más escuchada entre el público es “me dá pena que lo quemen”; y a todos nos ha pasado. Pero el objetivo no es la destrucción de algo hermoso. 
El Muñeco y los show son para sacar a las personas de sus casas, reunirlas y arrancarles una sonrisa. El Muñeco es un regalo completamente desinteresado para el barrio y la ciudad. Y para que se mantenga constante la tradición, es necesario quemarlo en el medio de un climax de alta emoción. Uno donde la alegría estalle frente a los destellos de luz. Uno donde las personas se abrazan y vuelven a decirse “Feliz Año Nuevo”, entre los gritos de ovación para los constructores.
La primera vez que hice una recorrida periodística por los muñecos les pregunté a varios sobre como eligen las temáticas. Casi todos respondieron que evalúan los gustos de la gente, ya que el objetivo es regalarles un show. Pero en particular me agradaron las palabras de unos chicos muy jóvenes, tal vez de 17-20 años, quienes construyen solo temáticas infantiles porque les gustaba ver como sonreían de felicidad los niños por estar junto a los personajes de sus dibujos animados.

Criminalización.

Tristemente en los últimos años algunas personas comenzaron a criminalizar las quemas y a los muñequeros: qué el tránsito, que el pedir monedas, qué es muy alto, que los ruidos molestos, qué la música, qué la barrita, que la imagen es polémica o inmoral, que es una diversión para unos pocos, que el riesgo de seguridad; y así se podría enumerar muchas cosas. Y si bien en un inicio eran palabras para debatir y mejorar el evento, con el tiempo comenzaron a pasar cosas graves. 
Uno de los grupos ausentes de este año, Gaam Drako, se cansaron de las denuncias injustificadas. Ellos no pueden controlar si en el público hacen ruidos con las motos. El Grupo de 13 y 74 y CAIEF tampoco estarán presentes por motivos similares y porque no se pudo solucionar la falta de un lugar apto para la instalación. Otro de los grupos tuvo que dejar todo porque sufrió un acto de violencia física grave y acoso virtual extremo. Hace varios años también se retiraron los chicos que construyeron el tributo al “Negro de Whatsapp”, el cuál fue desarmado por la Municipalidad por las denuncias de inmoralidad. Y a titulo personal, hace un día, por un comentario que hice a favor de la creación de un Museo de los Muñecos, me desearon que se queme nuestra ciudad (acompañado de insultos de carácter homofóbicos).

Nuevamente, uno podría hacer eco de las acusaciones criminalizantes contra los muñequeros, pero la realidad empírica es totalmente opuesta al discurso. Cada año se encienden unos 70 Muñecos (legales), pero en los últimos años jamás se registró un incidente o un quemado. El ministerio de salud de la provincia confirmó que durante el 1° de enero de 2022 nadie concurrió a los hospitales de La Plata por quemaduras. Más aun, ni siquiera ocurren hechos de violencia o vandalismo entre los asistentes, los cuales a veces son miles y sin la presencia de funcionarios de la ley. Tal vez esto sea porque el climax muñequero impulsa otros tipos de sentimientos.
Si, es verdad que todos los años aparece alguien que no limpió bien los restos de la quema. ¿Pero es justo culpar a 70 por los errores de 2 o 3? Obviamente no.
También es verdad que después de las 3 o 4 de la mañana, en algunas esquinas el clima puede cambiar un poco, hay consumos excesivos y otros problemas. Pero estos se han dado en fiestas clandestinas y públicas totalmente ajenas a los grupos muñequeros, quienes normalmente se quedan limpiando para no tener multas ni mala imagen.

Tampoco no se puede ser ilusos y creer en una desregularización total. Está bárbaro tener presente la seguridad e higiene. Los cursos dictados por el cuerpo de bomberos, la ausencia de explosivos dentro de las obras o los perímetros de seguridad son excelentes reglas. Aunque extrañe los hiper muñecos de 31 y 32 (superaban los 10 metros), es entendible que el riesgo era alto. Amaba ese show, pero la ola de calor y los empujones no eran para cualquiera. Mucho menos para personas con infantes pequeños. Pero seguramente, con un diálogo en tiempo y forma, se podrían sumar nuevas ideas, campañas de concientización y hasta el reparto de elementos como tapones de silicona, audífonos, agua, etc.
Del mismo modo es comprensible que con las vías del tren universitario, la avenida 72 ahora tiene otras condiciones de seguridad. Pero vale preguntarse porqué a lo largo de todo un año no se brindó respuestas para solucionar los nuevos desafíos. ¿Porqué se tomaron medidas prohibitivas sin llamar a los sectores implicados? ¿Porqué todo se hace en los últimos 15 días si un muñeco promedio lleva 2-3 meses? ¿Qué daño genera instalar el muñeco una semana antes para que la gente se saque fotos sin amontonarse? ¿Acaso no es mejor?

Muy a titulo personal, aclaro que no creo que exista una política institucional "anti muñequera" o que todo en el pasado era mejor. Pero si es evidente que cada año hay una profunda desorganización gubernamental, mayores restricciones y menos incentivos (premios, cursos, acompañamiento, jerarquización, etc); lo cual repercute directamente en ánimo de los constructores. Y no, no es lindo escucharlos semi quebrados porque no podrán hacerle un regalo al barrio.
Lo que es realmente mucho más malo es que con tantas trabas, ataques y presiones; muchos muñequeros se alejan del circuito legal. Esto implica que serán generaciones que no tomaron el curso de bomberos, que no conocerán las normas de seguridad y que podrían aplicar formas de construcción inseguras. Como no aparecen en los registros, no habrá un agente que vaya a controlarlo. Y no es una pavada porque antes de las prohibición de los aerosoles y explosivos internos, si había heridos entre el público. Dicho de otro modo, criminalizar la construcción de muñecos solo fomentará los riesgos del pasado. En estos casos las prohibiciones jamás fueron una solución.

Y si alguien cree que es eficiente realizar denuncias a los muñecos no-registrados, no esta contemplando las limitaciones materiales de Control Urbano. En menos de dos horas no podrán cubrir 926km para encontrar los "culpables" de la quema un muñeco en 15 minutos. Peor aun, por cada móvil que esté circulando para intentar encontrar una quema no autorizada, es un móvil menos haciendo test de alcoholemia o de picadas (cosa que si se cobra muchas vidas) en el Bosque, Plaza Moreno, calle 12  otros sectores picantes.

En algunos casos, un muñeco implica varios meses de planificación y trabajo. Son decenas de miles de pesos invertidos en DIVERTIR y ALEGRAR a los vecinos que ni siquiera se conocen. Por eso mismo los constructores son los primeros en querer generar espacios de acuerdos, organización y promoción. Y es triste admitirlo, pero esta desorganización también se ha visto en otros eventos recientes. Tenemos todo el potencial para ser una ciudad turística por contenido cultural, pero se necesita gestionar desde el conocimiento, el diálogo y la integración.

Hablamos de un evento que pasa una vez al año durante el lapso de 2 horas. Cada muñeco y show, en promedio, duran unos 15-20 minutos. Es decir que solo se pide el 0,023% de las 8760 horas del año para hacer un regalo totalmente desinteresado a personas que ni siquiera se conocen. ¿Realmente es algo nocivo algo que lleva ese tiempo y esa finalidad?

Por suerte, aunque este año haya menos muñecos, la tradición no se va a perder porque el deseo y los ideales siguen presentes en la identidad platense. El valor comunitario, la riqueza artística y el espíritu fraternal son cosas que laten y que se superponen a los malos momentos. Asique desde ese lugar, la Llama Nunca se va a Apagar. Pero no deja de ser triste el ver que cada año es un poquito más tenue y por fuera del circuito oficial, cuándo en realidad es una actividad patrimonial que se debería fomentar.


Nota de Opinión.
Sosa Damián Ezequiel
Licenciado en Ciencias de la Comunicación Social - UNLP
Propietario y Periodista de VisitaLaPlata.com.ar


https://www.visitalaplata.com.ar/2019/12/ayudanos-crecer.html

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