El Secreto de las Baldosas Platenses
A veces al caminar por las veredas podemos ir jugando a “no pisar la línea” o “no dejar de pisar la línea”. Y en otras ocasiones, por no presta atención al suelo, nos tropezamos. Siendo tan naturalizadas e invisibilizadas, las baldosas son elementos fundamentales en la vida urbana moderna.
Las veredas que se encuentran frente a cada casa son parte del espacio público, el cual a su vez debería ser mantenido por los frentistas. Pero con el paso del tiempo se han ido degradando e incluso fueron remplazadas por otros estilos. A nivel individual “las nuevas” pueden ser más lindas o feas según los gustos personales. Y además permitió personalizar los frentes de las propiedades privadas. Pero tristemente no todo lo que brilla es oro.
El concepto y diseño de las veredas platenses datan de los años funcionales, cuándo se la planificó para que sea la primera ciudad completamente dotada de adoquines y baldosas para el tránsito. Este sería una más de las pruebas de lo moderna que era la capital bonaerense. A fin de cuentas las cuadras homogéneas en su composición favorecen la velocidad de tránsito. En la normalidad esto puede ser imperceptible al ojo humano, pero cuándo llueve las cosas se sienten las diferencias por el índice de fricción y es cuándo nos podemos caer por un paso en falso.
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Todo podría resumirse a una cuestión de “ingeniería” y gustos estéticos individuales, pero en La Plata las baldosas tiene un secreto con la coloración. Aprovechando las nomenclaturas numeradas de las calles, y como en algún momento se intentó aplicar con los árboles, las se implementó un código de ubicación por colores.
De este modo si vemos:
- Baldosas del tipo bastones en dirección al pavimento, es porque caminamos sobre una avenida.
- Baldosas del tipo cuadriculadas, es porque caminamos sobre una calle.
- Si las baldosas son de color “amarillo ocre” y las de guarda “rojas” es porque la avenida o calle tiene una numeración par.
- Si las baldosas son de color “gris granítico” y las de guarda “negro” es porque la avenida o calle tiene una numeración impar.
Si bien en la era de las tecnologías digitales y la globalización estos detalles comienzan a perder parte de su valor, este tipo de codificación de las veredas no deja de ser el rastro de una identidad y de una historia del Patrimonio Urbano. Una de esas curiosidades que le marcan una impronta diferente al comparar una ciudad con otra.
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