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Las Diosas de las 4 Estaciones

Visita La Plata | 17:46 |

 

En la Plaza Moreno de la ciudad de La Plata existen cuatro esculturas que son conocidas porque supuestamente le hacen cuernitos a la catedral como parte de una venganza masónica. Pero por detrás del mito hay cuatro antiguas historias griegas.

A principios de la década de 1910 se inició una remodelación masiva de la Plaza Moreno para que adopte un estilo paisajístico francés. Este proceso incluyó la construcción de una gran fuente de agua, otras cuatro fuentes menores con imágenes de Raymond Rivoire y la adquisición de la colección escultural “La Cuatro Estaciones” del francés Mathurin Moreau.

Actualmente las conocemos en su configuración como Fuentes de Agua, pero al inicio solo eran esculturas en el epicentro de cuatro rotondas floreadas a las alturas de las avenidas 51 y 53. Además en aquellos años miraban hacía afuera del espacio verde. En la reforma de 1946 se trasladaron a su posición actual, pero sin fuentes ni senderos, mirando hacía el interior de la Plaza Moreno. Simplemente tenían un anillo flores que las separaban del césped. Esto duró hasta la reforma de 1961, cuándo se transformaron en rotondas con fuentes de agua.

A lo largo de todos estos años también fueron cambiando su color. El color original era el propio de la fundición: hierro con una terminación en bronce. Posteriormente se las pintó de un rojo oscuro, dorado y beige; hasta que en el 2021 volvieron a su tono bronceado original.

Los Falsos Cuernos

Es muy común escuchar que Las Cuatro Estaciones le hacen cuernitos a la Catedral como parte de la pelea entre masones y la iglesia católica. Hay muchas formas de desarmar este mito:

✅ Con la simple observación se aprecia que La Primavera y El Verano no hacen cuernos. En el caso de El Invierno y El Otoño el gesto es muy sutil, podrían ser o no ser unos cuernitos, además de que ambas apuntan hacía adentro de la plaza y no a la Catedra.

✅ Las esculturas llegaron a la ciudad en 1912, mientras que la nave central de la Catedral se terminó en 1932. Es decir que las esculturas son anteriores al templo católico.

✅ También vale preguntarse: ¿Porqué los masones platenses le harían cuernos a una Catedral construida por un masón (Pedro Benoit) dónde descansan los restos mortales de otro masón (Dardo Rocha)?

Mitología Greco-Romana

Aunque la leyenda de los “cuernitos” de las estatuas sea falsa, existen otras historias documentadas y poco conocidas en nuestra región. Pues “Las Cuatro Estaciones” no se llaman solamente “Verano, Primavera, Otoño e Invierno”. Todas ellas también son Diosas de la Mitología Greco-Romana.

Verano - Demeter

Ubicada en dirección de 12 y 53 tenemos a la Diosa Demeter con una de las historias más trágicas y crueles de la mitología griega. Ella nació directamente de los titanes como heredera de la Titan Rea (Madre Tierra) por ende era hermana del Dios Zeus, quién abusó de ella. De este horrible delito nació Perséfone, quien a su vez fue raptada por el Dios Hades para que sea su consorte.

La Diosa Demeter amaba profundamente a su hija Perséfone, por lo cual inició una cruzada para rescatarla. En el camino se encontró con el Dios Poseidón, quién también abusó de ella. Desahuciada ante tantas desgracias ella dejó de atender su rol como Diosa de la agricultura y la fertilidad; por ende los alimentos del planeta comenzaron a morir.

La situación en la Tierra se volvió muy extrema, por lo cual Zeus le ordenó a Hermes que rescate a Perséfone. Todo podría haber salido bien, pero antes de liberar a Perséfone, Hades la hizo comer unas semillas de granadas. De este modo se aseguró que su cautiva consorte deba volver al inframundo cada seis meses. Esta situación se reflejó en el estado de ánimo de Demeter. Cuándo estaba con su hija, ella estaba feliz y el planeta se llenaba de vida (primavera-verano). Cuándo Perséfone volvía con Hades, ella se deprimía haciendo que reine la muerte y el frío (otoño-invierno).

Además se crear las cuatro estaciones del año, también es la mejor representación del Verano bajo enfoque griego. En su escultura la vemos feliz mientras levanta un brote de trigo y junta otros alimentos. Toda una historia que también remonta a cómo la humanidad habría aprendido la agricultura.

Otoño – Pomona

Ubicada en el extremo de 14 y 53, se trata de una Diosa o Ninfa exclusiva de la mitología romana que se vincula a la afloración y cosecha de los árboles frutales. Su historia fue narrada por el poeta romano Ovidio en sus textos metamorfosis.

Bajo esta leyenda, Pomona se presenta como Diosa casi solitaria y de orígenes desconocidos que amaba los parques y los jardines, principalmente a los árboles frutales. De hecho se la menciona como toda una experta en la cosecha y en el manejo de los instrumentos de poda.

Como detalle particular, ella odiaba las selvas silvestres y sentía una completa aversión a los hombres, quienes siempre la buscan por su belleza. Este es un punto de fusión con las hamadrías de la mitología griega, quienes eran espíritus de los bosques asociadas a los árboles y normalmente acosadas por los sátiros. En su feliz soledad conoció al Dios Vertumno, quien realmente la amaba. Para poder acercarse a ella le mostró un Olmo rodeado por unas ramas de un Vid y le contó la historia de Anaxáreta. Ambos se enamoraron y vivieron felices.

Desde entonces Pomona es la relacionada con las grandes cosechas de otoño, principalmente Vid y Olivo. Es por eso que su imagen se puede identificar por vegetales y frutas relacionadas a la cosecha de otoño.

Invierno – Vesta

En dirección a 14 y 51 se encuentra una de las mujeres más importantes y respetadas de la mitología greco-romana. La Diosa Vesta fue la primera hija de los titanes Rea y Cronos, es decir que fue hermana de Zeus. Ella fue la primera en ser devorada y la última en ser rescatada, por lo cual su destino fue la protección de la Familia, el Hogar, la Prosperidad y del Fuego Sagrado.

A diferencia del resto de su familia, Vesta se entregó a la pureza y la paz en el sentido de la palabra. Si bien era una de las Diosas de la Fertilidad, ella profesaba la castidad, la cual llegó a ser respetada incluso por sus hermanos. Además su rol como protectora del hogar incluía el evitar las discordias y las injusticias. No por nada su imagen era curiosamente similar a la Virgen María cristiana y estaba muy presente en los hogares romanos. Incluso una sacerdotisa vestal, además de ser una mujer sumamente respetada, tenía el poder de cancelar las penas de capitales dictadas por el gobierno.

Vesta y las Vestales tenían como misión principal la protección del Fuego Sagrado el cual representaba el progreso, la unidad y la estabilidad de una ciudad/hogar. Cada vez que se fundaba una urbe, allí debía estar una vestal. Incluso en la ciudad de La Plata existe una sacerdotisa justo en el jardín del Palacio Municipal, también obra de Mathurin Moreau. Esta adquisición probablemente pudo haber estado vinculada a la simbología masónica, pues a fin de cuentas las Logias tomaron muchos elementos de la mitología griega, entre ellos El Fuego Sagrado.

Primavera - Flora

Ubicada en 12 y 51, tal como lo dice su nombre, Flora era Diosa Romana de las Flores, y a veces se la asociaba a la Diosa Griega Cloris. En sus orígenes era una Ninfa muy hermosa que despertó una competencia entre los Dioses del Viento Boreas (norte) y Céfiro (Oeste). Boreas la secuestró, tuvieron una hija y luego la abandonó. Céfiro también la secuestro, pero él le propuso matrimonio y le dio el poder sobre las flores y las frutas. En agradecimiento ella le regaló la miel y nuevas semillas a la humanidad.

En forma paralela también creció la Festividad popular La Floralia desde la cual surgen dos orígenes. En primera instancia se cree que habría comenzado como una iniciativa de una adinerada meretriz romana que deseaba dejar su herencia al pueblo mediante grandes fiestas y desfiles por su cumpleaños. En consecuencia el Senado Romano habría aprobado La Floralia en tributo a la Diosa Flora para opacar el otro festejo. En todo caso la Flora y la Floralia se consolidaron como símbolos de fiestas populares, y por eso su escultura es representada como una mujer una flor en la mano y un racimo en la otra.

Nuevamente, las Cuatro Estaciones no son simplemente esculturas que le harían cuernitos a la Catedral de La Plata por un supuesto complot. Más bien son el resultado de un conjunto de narraciones complejas que atraviesan desde la historia humana (positiva y negativa) hasta el hecho de que las ciudades modernas actuales cambian su fisonomía como parte de su propia vida social.









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